Proporcionando actitudes

Hoy, en busca del sentido que puede proporcionar una vida, he visto como tantas oportunidades tenemos cuando algo que se presenta delante no podemos dejarlo escapar. Quien habla de agarrar es porque, en muchas ocasiones, sabe bien lo que dice, no es nada diferente a los demás y tampoco se situa en distinta posición a ellos, simplemente, atribuye lo simple a cada una de las acciones que le persiguen a los momentos que vive, sin mirar atrás, sin tener que arrepentirse, viendo como cada instante se vuelve susceptible y apetecible delante de uno mismo.

Es bonito hacer lo que, de normal, nos dicte el corazón pero espera un instante, no se incluye el tener que pensar siempre si lo haríamos o nos quedaríamos ahí, de pie, cada cosa ocurre cuando tiene que ocurrir, sin más, sino no estaríamos valorando ese todo que nos hace ser como somos.

Puede parecer que hasta lo más deseable se convierta en propiedad cuando, después de haber disparado esa palabra, lo imaginable se sitúe delante tuyo. Simplificando más, no creo que sea necesario desestimar cada opción como si de inútil se tratara sino que merece la pena conocer todo para poder aprender en cada uno de los juegos que juguemos y valiendo la caída como la equivocación que nos llevará a levantarnos, de inmediato o no, para seguir jugando.

Hemos escuchado demasiadas veces que quien no invierte, no sabe ni goza de obtener un resultado, pues yo te digo que es interesante tirar tanto como apostar para disfrutar de cada partida, partida que, por buena o mala, tenemos que aprender a dirigir en cada aspecto de la vida, eso, hará que sigamos valientes en el camino escogido.

Podemos escoger estar tristes pero tambien sabemos que el poder estar contentos es más que una actitud que puede llevarnos a vivir con satisfacciones que, quizás, puede que no gusten o, de lo contrario, gozar de ellas porque no todo, siempre es bueno. Lo malo sirve, en muchos casos, para detenerse en un punto clave y decir, si esta vez he dado con un clavo erróneo, espero que el siguiente pueda clavarlo mejor y hacerlo distintamente a la anterior, porque sino, no habremos aprendido lo que llamamos lección.

No existen motivos para derrumbarse, hay momentos que se deben utilizar como goce de una mala situación y de ahí, seguir caminando hacia tu dirección porque si algo existe, es que después de algo malo, suele presentarse algo realmente bueno, por no decir bonito.

Lo que puede acojonar son perspectivas que van sin rumbo pero… y si nos dejamos llevar, ¿que puede ocurrir? Sigue andando y tu mismo lo descubrirás.

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